26 de febrero de 2016

Declaración de principios

Los individuos que suscribimos  esta declaración deseamos dejar constancia para el futuro de los principios que nos mueven a tratar activamente de sentar las bases para la constitución de un movimiento realmente sólido y eficaz en contra del sistema tecnoindustrial.

1. Nuestros Principios.[i]

Los principios que guían nuestra actividad son:

1.1 Autonomía de lo Salvaje. Entendemos por “lo Salvaje” (también “Naturaleza salvaje”) todo aquello que no es artificial y cuyo funcionamiento es autónomo. Lo Salvaje es la parte de la Naturaleza que es indómita, que no está sometida al control y la gestión por parte de los seres humanos (o de sistemas tecnológicos fabricados por ellos), aun cuando los seres humanos puedan formar parte de ella. Consideramos también, por tanto, como parte de lo Salvaje la propia naturaleza humana, es decir, la parte de la mente y el comportamiento humanos que es innata y consecuencia biológica de la evolución por selección natural. A la autonomía de esta parte salvaje de los seres humanos es a lo que nosotros denominamos “libertad”. Nuestra postura es que la autonomía de lo Salvaje es el valor más importante al que todos los demás valores quedan subordinados. Consideramos malo (merecedor de nuestro rechazo) todo lo que atenta contra la autonomía de la Naturaleza salvaje. En consecuencia, este valor es el principio fundamental del que deriva el resto de nuestra ideología y que inspira nuestros objetivos y nuestra actividad.

1.2 Rechazo de la sociedad tecnoindustrial y de la civilización. Siendo nuestro principio fundamental el respeto hacia la autonomía de la Naturaleza salvaje, consideramos malo todo sistema social que atente de forma inevitable contra dicha autonomía. Consideramos que, por lo menos, toda forma de sociedad civilizada (es decir, con ciudades) es esencialmente contraria a dicho principio y, por tanto, mala. Y, dentro de las distintas formas de sociedades civilizadas, consideramos la sociedad tecnoindustrial (el sistema social cuya tecnología se basa en el motor de explosión y la energía eléctrica) especialmente dañina para la autonomía de lo Salvaje, debido a que gracias al enorme desarrollo de su tecnología afecta a muchos aspectos del funcionamiento de la Naturaleza salvaje que antes de esta forma de sociedad permanecían indómitos, además de interferir en mayor grado en la autonomía de aquellos aspectos de lo Salvaje cuyas dinámicas ya se hallaban sometidas en menor medida en otras formas de sociedad previas.

2. Nuestro Ideal.

Creemos además que es necesario y útil un ideal social positivo de referencia que inspire nuestra lucha. La mayoría de la gente prefiere luchar por un ideal positivo a sólo combatir unos hechos negativos. Nuestro ideal es el modo de vida cazador-recolector nómada, ya que es la forma de sociedad humana existente menos dañina para la Naturaleza salvaje y que mejor se ajusta a nuestra naturaleza.

3. Nuestro Objetivo.

De todos modos, no creemos que pueda lograrse la implantación consciente y planeada de un modelo social ideal sin que dicho modelo se pervierta y/o aparezcan graves efectos negativos no previstos, y esto sería especialmente cierto en el caso del modo de vida cazador-recolector nómada. Por tanto, aunque consideramos deseable la desaparición de toda forma de sociedad civilizada e incluso de toda forma de sociedad que se aparte del modo de vida cazador-recolector nómada, no se nos ocurre ninguna vía práctica mediante la cual dichos fines puedan ser alcanzados.

Sin embargo, de los principios señalados se desprende un fin claro: la destrucción completa del sistema tecnoindustrial. Si la sociedad tecnoindustrial es la forma de sociedad que más atenta contra la autonomía de lo Salvaje, dicha sociedad debe desaparecer. Por tanto, un movimiento que se base en los anteriores principios debe tener como objetivo fundamental acabar con la sociedad tecnoindustrial.

Al contrario que el final de la civilización o de toda otra forma de sociedad preindustrial diferente de las cazadoras-recolectoras nómadas, creemos que el objetivo de la desaparición definitiva de la sociedad tecnoindustrial puede ser alcanzable si en un futuro se producen ciertas condiciones materiales (una gran crisis, es decir, un fuerte debilitamiento del sistema social tecnoindustrial). De hecho, creemos que es probable que dichas condiciones materiales se acaben dando por sí mismas.

4. Nuestra Labor.

La labor del movimiento debe ser:

4.1 Desarrollar y difundir una ideología basada en los principios y el fin señalados.

4.2 Agrupar y organizar a todos los individuos adecuados (ver punto 5) de modo que el movimiento pueda fortalecerse y prepararse para, llegada la crisis del sistema tecnoindustrial, tratar de echarlo abajo definitivamente.

4.3 Facilitar la llegada de la crisis del sistema tecnoindustrial, en la medida de lo posible.

5. Peligros a evitar.

Para que el movimiento resulte realmente eficaz y mantenga la fidelidad a sus principios y a su fin, es imprescindible tener siempre bien presente que todo sistema social genera una ideología (un conjunto más o menos coherente de ideas y valores) que justifica y favorece su mantenimiento y su desarrollo material. Por tanto, hay que tener en cuenta que no se puede combatir eficazmente la sociedad tecnoindustrial basándose en los valores y fines del propio sistema social que se pretende destruir. En este sentido, es muy importante rechazar el progresismo, el humanismo y el izquierdismo. He aquí una breve explicación de cada uno de ellos:

5.1 De entre las diversas ideas que forman parte fundamental de la ideología de la sociedad industrial, el progreso (la idea de que el desarrollo de la sociedad es indiscutiblemente bueno) es una de las más importantes. El progreso implica asumir que todo cambio a mayor complejidad y tamaño sociales supone en el fondo una mejora de los seres humanos, de la sociedad e incluso del mundo. El progreso supone que el paulatino desarrollo de las sociedades humanas hacia una cada vez mayor destrucción y sometimiento de la Naturaleza salvaje es algo bueno. Justo lo contrario a como nosotros valoramos dicho proceso. El progresismo es la actitud de asumir y defender el progreso.

5.2 El humanismo es un conjunto de ideas que exalta “lo humano” considerándolo superior y ajeno a la Naturaleza. El humanismo deforma o incluso desprecia la noción de naturaleza humana (aparte de la Naturaleza salvaje en general), generando una imagen distorsionada de nuestra especie al considerar “humana” (o sea digna de respeto, buena) sólo la parte de los rasgos, actos y productos de los seres humanos que, no por casualidad, mejor se ajusta a las exigencias de la vida social civilizada. El humanismo considera “inhumanos” (malos y despreciables) aquellos rasgos, actos y productos de los seres humanos que no se ajustan a las exigencias de la vida social civilizada. El humanismo es, por tanto, contrario a cualquier ideología que tome lo Salvaje como valor fundamental.

5.3 El izquierdismo es una corriente derivada del humanismo que lo ajusta a las exigencias de la sociedad industrial moderna. Los rasgos básicos del izquierdismo son la defensa de la igualdad, de la solidaridad más allá del grupo natural de allegados y de una sociedad ideal armoniosa (sin conflictos, sin problemas). El izquierdismo es, si cabe, la más peligrosa de las tres tendencias aquí señaladas, ya que además de justificar el sistema tecnoindustrial al defender en el fondo ideas y valores del propio sistema, sirve de mecanismo de autodefensa del mismo debido a su carácter pseudorrebelde. La apariencia rebelde de las luchas izquierdistas atrae a muchas personas descontentas con la sociedad tecnoindustrial y encauza así su descontento al ofrecerles una forma de desfogarlo de modo inofensivo o incluso útil para el propio sistema tecnoindustrial. Y viceversa, las personas afines al izquierdismo, a menudo se sienten atraídas por las corrientes y movimientos que les parecen rebeldes, absorbiéndolos, invadiéndolos y arruinándolos al sustituir, modificar o pervertir sus principios y fines para ajustarlos a su credo izquierdista.

Es por esto que un movimiento contrario al sistema tecnoindustrial que desee ser realmente eficaz debe poner especial atención en mantenerse alejado de toda forma de izquierdismo, manifestar clara e inequívocamente su desprecio por él y mantener alejados de sí a los izquierdistas y otras gentes igualmente indeseables (individuos poco prácticos, inútiles, irracionales, desequilibrados, etc.).

El rechazo hacia toda forma de progresismo, humanismo e izquierdismo, el ataque a los valores del sistema tecnoindustrial y la difusión de nuestras ideas son requisitos para lograr que la actividad de nuestro movimiento resulte realmente eficaz, pero es necesario recordar siempre que no es el objetivo de dicha actividad. El objetivo es, y debe ser siempre, acabar con el sistema tecnoindustrial, que no es única ni principalmente un sistema ideológico, sino fundamentalmente material. No se trata de sustituir la ideología del Sistema por la nuestra, sino de acabar físicamente con él.


Notas:
[i] Extraído de, Naturaleza Indómita. También puede leerse en: http://www.naturalezaindomita.com/ Nota de Anónimos con Cautela.