4 de marzo de 2016

EL SER HUMANO AL BORDE DEL COLAPSO SOCIAL Y AMBIENTAL


Presentación


El siguiente artículo aborda el tema del colapso del sistema. Su autor busca llamar la atención sobre dos aspectos extremadamente críticos que están ocurriendo hoy día y que muy probablemente sean los factores que conduzcan a tal colapso: los problemas sociales y el grave deterioro ambiental.
Para sustentar su teoría del colapso, el autor toma en consideración los estudios de diversos científicos, además de ciertos antecedentes históricos. 
Anónimos con Cautela.


EL SER HUMANO AL BORDE DEL COLAPSO SOCIAL Y AMBIENTAL

Por Daniel Abreu [i]

  Los seres humanos sentimos una mezcla de repulsión y fascinación por las profecías del fin del mundo. Desde el místico libro de la Biblia y sus Cuatro Jinetes del Apocalipsis, pasando por las (mal interpretadas) profecías mayas y el holocausto final de Nostradamus, la posibilidad de una extinción espectacular de nuestra raza siempre ha planeado en el imaginario colectivo. Pero ya no necesitamos misteriosas predicciones futuristas.

  Desde la Revolución Industrial hemos entrado en lo que podemos llamar el Antropoceno: la era en que el ser humano puede, y de hecho febrilmente lo hace, cambiar de manera radical los ecosistemas a una escala global.

  Abundante evidencia científica y de estudios sociales nos sugieren que como civilización, los seres humanos debemos plantearnos seriamente la posibilidad cercana de un colapso social y ambiental sin precedentes. No exageramos. El nivel actual de extinción de especies es el más acelerado desde que los dinosaurios desaparecieron hace 66 millones de años, y en esta ocasión el drama no procede de un impertinente cometa buscando impactar con nosotros.

Factores del colapso de las sociedades

  El pasado puede iluminar el análisis de nuestro futuro inmediato. Existen amplios registros históricos de avanzadas civilizaciones humanas que colapsaron dramáticamente, algunas de manera desconcertante, cuando aparentemente se encontraban en una etapa de notable desarrollo social y cultural como en los casos del imperio Maya del período clásico, de la Isla de Pascua y de los Vikingos que habitaron Groenlandia.

  El afamado profesor de geografía de la Universidad de California, Jared Diamond, menciona cinco factores que han contribuido en toda la historia a la supervivencia o colapso de sociedades pasadas:

  1. Los daños causados [al][ii] medio ambiente.
  2. Los cambios climáticos.
  3. La existencia de vecinos hostiles.
  4. La pérdida de apoyo y cooperación de vecinos [amigables].
  5. La respuesta de la sociedad humana ante los retos, ya sean ambientales, sociales, comerciales o militares.
  Diamond, evitando un análisis fatalista, también identifica acciones modificables que puede ayudarnos a los humanos globalizados del [siglo] XXI a detener el proceso de colapso de nuestra sociedad y nuestra especie:

  1. La deforestación y la destrucción del hábitat.
  2. Los problemas [en el] suelo (erosiónsalinización y pérdidas de fertilidad).
  3. Los problemas [en el] manejo del agua (escasez, contaminación hídrica y tratamiento).
  4. La caza y pesca excesiva.
  5. La introducción de especies invasoras.
  6. El crecimiento demográfico extremo y el aumento del impacto per cápita en el medio ambiente (huella ecológica).
  La pregunta más frecuente que recibe Diamond, confiesa él en un Ted Talk,[iii] es sobre cómo es posible que las sociedades se suiciden, “¿en qué pensaba el habitante de la Isla de Pascua [cuando] cortó el último árbol?”.

  Nuestro comportamiento como civilización, desgraciadamente, quizá no diste mucho de esa irracionalidad. En la teoría económica dominante los bosques ancestrales son generalmente tratados como activos a ser liquidados y el aire puro como un bien de lujo a ser adquirido a discreción por personas afluentes. Nuestros sistemas políticos y económicos (y la obsesión del crecimiento infinito del PIB) no están diseñados para comprender los límites que tiene la naturaleza de tolerar el daño que le proporcionamos.

Los Límites Planetarios

  El homo economicus ha (de)volucionado de ser un miembro de la comunidad de la vida a ser una fuerza planetaria que se encuentra empujando el sistema de la Tierra fuera de su rango normal de operación, con consecuencias inimaginables. En base a los datos disponibles (cierto que imperfectos pero contundentes), se puede afirmar que ya hemos hecho suficiente daño como para despertar el dragón que dormía plácidamente.

  Un grupo de destacados científicos expertos en sistemas terrestres propusieron un conjunto de nueve procesos clave en los sistemas terrestres (como el consumo de agua dulce, la regulación del clima y la acidificación de los océanos), críticos para mantener nuestro planeta en el estado estable de los últimos 10.000 años (Holoceno).

Los límites planetarios, Stockholm Resilience Centre.
  En este gráfico, en el sombreado verde interior, se muestran los nueve límites para evitar las “zonas de peligro” y establecer lo que denominan [como] un “espacio operativo seguro para la humanidad”. Las cuñas rojas representan una estimación de la posición actual de cada variable. Los límites en tres sistemas: tasa de pérdida de biodiversidad, cambio climático e interferencia humana en el ciclo del nitrógeno, ya se han sobrepasado.

  Para complementar este abordaje de los límites del planeta, Oxfam[iv] desarrolló una versión ampliada que también toma en cuenta la dimensión humana, incluyendo 11 factores sociales que se interrelacionan con los límites de los sistemas ecológicos.

Por debajo de la base social. Oxfam España.

  En el gráfico de la derecha, en azul se muestran las brechas para cada uno de los factores en donde se destaca la pobreza de ingresos, acceso a energía, agua potable y desigualdad social y de género. No es suficiente cuidar el planeta dado que ya existían desigualdad y carencias cuando nuestros antepasados cavernícolas poblaban ambientes prístinos. Se debe cuidar el planeta al mismo tiempo que hacemos más sostenibles y justos nuestros sistemas humanos.





¿Tenemos alternativa?

No podemos resolver los problemas con la misma mentalidad con la que los creamos.
Albert Einstein

  Se debe dejar de lado cualquier tono melodramático y un falso optimismo y observar críticamente las tendencias actuales. Particularmente, nuestra adicción al petróleo permanecerá intacta en términos porcentuales al menos por los próximos 20 años y las opciones alternativas viables como las energías renovables de nueva generación aún son lentas y marginales.

  Lamentablemente todo indica que sí, nos estamos condenando al cataclismo. Sin embargo, como en la astrología, las estrellas inclinan pero no deciden: aunque improbable, aún tenemos salvación. […]



Notas:
[i] Publicado el 23 de enero, 2014. Versión original en: http://www.unitedexplanations.org/2014/01/23/el-ser-humano-al-borde-del-colapso-social-y-ambiental/
[ii] Los corchetes son obra de Anónimos con Cautela.
[iii] TED, en ingles Technology, Entertainment, Design (Tecnología, Entretenimiento, Diseño) es una organización sin fines de lucro dedicada a difundir las ideas más  importantes de un amplio espectro de temas: ciencias, arte, política, educación, cultura, negocios, asuntos globales, tecnología y desarrollo. TED Talks son conferencias que se realizan alrededor del mundo, impartidas por personas importantes en su área de especialidad.
[iv] Organización no gubernamental sin fines de lucro enfocada en realizar labores humanitarias en todo el mundo.

26 de febrero de 2016

Declaración de principios

Los individuos que suscribimos  esta declaración deseamos dejar constancia para el futuro de los principios que nos mueven a tratar activamente de sentar las bases para la constitución de un movimiento realmente sólido y eficaz en contra del sistema tecnoindustrial.

1. Nuestros Principios.[i]

Los principios que guían nuestra actividad son:

1.1 Autonomía de lo Salvaje. Entendemos por “lo Salvaje” (también “Naturaleza salvaje”) todo aquello que no es artificial y cuyo funcionamiento es autónomo. Lo Salvaje es la parte de la Naturaleza que es indómita, que no está sometida al control y la gestión por parte de los seres humanos (o de sistemas tecnológicos fabricados por ellos), aun cuando los seres humanos puedan formar parte de ella. Consideramos también, por tanto, como parte de lo Salvaje la propia naturaleza humana, es decir, la parte de la mente y el comportamiento humanos que es innata y consecuencia biológica de la evolución por selección natural. A la autonomía de esta parte salvaje de los seres humanos es a lo que nosotros denominamos “libertad”. Nuestra postura es que la autonomía de lo Salvaje es el valor más importante al que todos los demás valores quedan subordinados. Consideramos malo (merecedor de nuestro rechazo) todo lo que atenta contra la autonomía de la Naturaleza salvaje. En consecuencia, este valor es el principio fundamental del que deriva el resto de nuestra ideología y que inspira nuestros objetivos y nuestra actividad.

1.2 Rechazo de la sociedad tecnoindustrial y de la civilización. Siendo nuestro principio fundamental el respeto hacia la autonomía de la Naturaleza salvaje, consideramos malo todo sistema social que atente de forma inevitable contra dicha autonomía. Consideramos que, por lo menos, toda forma de sociedad civilizada (es decir, con ciudades) es esencialmente contraria a dicho principio y, por tanto, mala. Y, dentro de las distintas formas de sociedades civilizadas, consideramos la sociedad tecnoindustrial (el sistema social cuya tecnología se basa en el motor de explosión y la energía eléctrica) especialmente dañina para la autonomía de lo Salvaje, debido a que gracias al enorme desarrollo de su tecnología afecta a muchos aspectos del funcionamiento de la Naturaleza salvaje que antes de esta forma de sociedad permanecían indómitos, además de interferir en mayor grado en la autonomía de aquellos aspectos de lo Salvaje cuyas dinámicas ya se hallaban sometidas en menor medida en otras formas de sociedad previas.

2. Nuestro Ideal.

Creemos además que es necesario y útil un ideal social positivo de referencia que inspire nuestra lucha. La mayoría de la gente prefiere luchar por un ideal positivo a sólo combatir unos hechos negativos. Nuestro ideal es el modo de vida cazador-recolector nómada, ya que es la forma de sociedad humana existente menos dañina para la Naturaleza salvaje y que mejor se ajusta a nuestra naturaleza.

3. Nuestro Objetivo.

De todos modos, no creemos que pueda lograrse la implantación consciente y planeada de un modelo social ideal sin que dicho modelo se pervierta y/o aparezcan graves efectos negativos no previstos, y esto sería especialmente cierto en el caso del modo de vida cazador-recolector nómada. Por tanto, aunque consideramos deseable la desaparición de toda forma de sociedad civilizada e incluso de toda forma de sociedad que se aparte del modo de vida cazador-recolector nómada, no se nos ocurre ninguna vía práctica mediante la cual dichos fines puedan ser alcanzados.

Sin embargo, de los principios señalados se desprende un fin claro: la destrucción completa del sistema tecnoindustrial. Si la sociedad tecnoindustrial es la forma de sociedad que más atenta contra la autonomía de lo Salvaje, dicha sociedad debe desaparecer. Por tanto, un movimiento que se base en los anteriores principios debe tener como objetivo fundamental acabar con la sociedad tecnoindustrial.

Al contrario que el final de la civilización o de toda otra forma de sociedad preindustrial diferente de las cazadoras-recolectoras nómadas, creemos que el objetivo de la desaparición definitiva de la sociedad tecnoindustrial puede ser alcanzable si en un futuro se producen ciertas condiciones materiales (una gran crisis, es decir, un fuerte debilitamiento del sistema social tecnoindustrial). De hecho, creemos que es probable que dichas condiciones materiales se acaben dando por sí mismas.

4. Nuestra Labor.

La labor del movimiento debe ser:

4.1 Desarrollar y difundir una ideología basada en los principios y el fin señalados.

4.2 Agrupar y organizar a todos los individuos adecuados (ver punto 5) de modo que el movimiento pueda fortalecerse y prepararse para, llegada la crisis del sistema tecnoindustrial, tratar de echarlo abajo definitivamente.

4.3 Facilitar la llegada de la crisis del sistema tecnoindustrial, en la medida de lo posible.

5. Peligros a evitar.

Para que el movimiento resulte realmente eficaz y mantenga la fidelidad a sus principios y a su fin, es imprescindible tener siempre bien presente que todo sistema social genera una ideología (un conjunto más o menos coherente de ideas y valores) que justifica y favorece su mantenimiento y su desarrollo material. Por tanto, hay que tener en cuenta que no se puede combatir eficazmente la sociedad tecnoindustrial basándose en los valores y fines del propio sistema social que se pretende destruir. En este sentido, es muy importante rechazar el progresismo, el humanismo y el izquierdismo. He aquí una breve explicación de cada uno de ellos:

5.1 De entre las diversas ideas que forman parte fundamental de la ideología de la sociedad industrial, el progreso (la idea de que el desarrollo de la sociedad es indiscutiblemente bueno) es una de las más importantes. El progreso implica asumir que todo cambio a mayor complejidad y tamaño sociales supone en el fondo una mejora de los seres humanos, de la sociedad e incluso del mundo. El progreso supone que el paulatino desarrollo de las sociedades humanas hacia una cada vez mayor destrucción y sometimiento de la Naturaleza salvaje es algo bueno. Justo lo contrario a como nosotros valoramos dicho proceso. El progresismo es la actitud de asumir y defender el progreso.

5.2 El humanismo es un conjunto de ideas que exalta “lo humano” considerándolo superior y ajeno a la Naturaleza. El humanismo deforma o incluso desprecia la noción de naturaleza humana (aparte de la Naturaleza salvaje en general), generando una imagen distorsionada de nuestra especie al considerar “humana” (o sea digna de respeto, buena) sólo la parte de los rasgos, actos y productos de los seres humanos que, no por casualidad, mejor se ajusta a las exigencias de la vida social civilizada. El humanismo considera “inhumanos” (malos y despreciables) aquellos rasgos, actos y productos de los seres humanos que no se ajustan a las exigencias de la vida social civilizada. El humanismo es, por tanto, contrario a cualquier ideología que tome lo Salvaje como valor fundamental.

5.3 El izquierdismo es una corriente derivada del humanismo que lo ajusta a las exigencias de la sociedad industrial moderna. Los rasgos básicos del izquierdismo son la defensa de la igualdad, de la solidaridad más allá del grupo natural de allegados y de una sociedad ideal armoniosa (sin conflictos, sin problemas). El izquierdismo es, si cabe, la más peligrosa de las tres tendencias aquí señaladas, ya que además de justificar el sistema tecnoindustrial al defender en el fondo ideas y valores del propio sistema, sirve de mecanismo de autodefensa del mismo debido a su carácter pseudorrebelde. La apariencia rebelde de las luchas izquierdistas atrae a muchas personas descontentas con la sociedad tecnoindustrial y encauza así su descontento al ofrecerles una forma de desfogarlo de modo inofensivo o incluso útil para el propio sistema tecnoindustrial. Y viceversa, las personas afines al izquierdismo, a menudo se sienten atraídas por las corrientes y movimientos que les parecen rebeldes, absorbiéndolos, invadiéndolos y arruinándolos al sustituir, modificar o pervertir sus principios y fines para ajustarlos a su credo izquierdista.

Es por esto que un movimiento contrario al sistema tecnoindustrial que desee ser realmente eficaz debe poner especial atención en mantenerse alejado de toda forma de izquierdismo, manifestar clara e inequívocamente su desprecio por él y mantener alejados de sí a los izquierdistas y otras gentes igualmente indeseables (individuos poco prácticos, inútiles, irracionales, desequilibrados, etc.).

El rechazo hacia toda forma de progresismo, humanismo e izquierdismo, el ataque a los valores del sistema tecnoindustrial y la difusión de nuestras ideas son requisitos para lograr que la actividad de nuestro movimiento resulte realmente eficaz, pero es necesario recordar siempre que no es el objetivo de dicha actividad. El objetivo es, y debe ser siempre, acabar con el sistema tecnoindustrial, que no es única ni principalmente un sistema ideológico, sino fundamentalmente material. No se trata de sustituir la ideología del Sistema por la nuestra, sino de acabar físicamente con él.


Notas:
[i] Extraído de, Naturaleza Indómita. También puede leerse en: http://www.naturalezaindomita.com/ Nota de Anónimos con Cautela.